Una casa ventilada es una casa más sana. En ocasiones muchas familias, por falta de tiempo o por climatología, dejan de lado esta labor. Os damos algunos consejos de cómo ventilar correctamente y qué beneficios nos reporta:
La mejor forma es usando la propia corriente que el aire genera. Para ello, abre las puertas y ventanas que se encuentren en lados opuestos de la casa. Al hacerlo, crearás una diferencia rápida de temperatura que te permitirá reducir el consumo energético para volver a calentar la casa. Por lo tanto, este método es muy útil en invierno.
Recomendamos dejar entrar aire nuevo en casa entre 10 y 20 minutos, como mínimo, cada día. Preferiblemente por las mañanas.
Queda demostrado que ventilar nos reporta muchos beneficios, pero todo en exceso es malo. Mantener una ventana medio abierta durante todo el día es desaconsejable, sobre todo en invierno, ya que la casa se enfriará en exceso y podría llegar a crear humedades en el marco de la ventana y alrededores.
Es mucho más beneficioso repetir ventilaciones de 5 minutos las veces que sean necesarias.
Lo mismo podemos aplicar en verano, sobre todo en los climas de calor húmedo, para conseguir secar humedades y bajar la temperatura en los meses de más calor.
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