Esta receta quizá no sea tan conocida entre nosotros. Su origen es sueco y sirve como guarnición para cualquier plato, tanto proteico (carne, pescado, huevos) como vegetal (unas verduras). Como no podía ser de otra manera, nuestra versión incluye chorizo Palacios.
Lo primero que tenemos que hacer es muchos y finos cortes a lo ancho de las patatas pero sin cortarlas totalmente. Como si fueran una acordeón. Para ayudarnos, ponemos la patata encima de una cuchara para que haga de tope en la base y no se parta toda la lámina. Las láminas serán de unos 5 milímetros.
Antes de meter las patatas al horno cortamos el chorizo en láminas finas y lo colocamos en algunos de los cortes.
Finalmente, untamos una fuente para el horno con aceite y, con cuidado, colocamos las patatas. Añadimos la sal, el aceite y la pimienta recién molida. Espolvoreamos el queso rallado por encima.
Tras precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo, horneamos durante 45 minutos aproximadamente.
La patata es un gran alimento, que consumido con moderación, aporta grandes bondades.
A nivel energético, aporta una buena cantidad de hidratos de carbono. Es una fuente interesante de fibra y favorece la sensación de saciedad. Es rica en potasio y en vitamina C. Ayuda a combatir la hipertensión arterial y protege las arterias de la inflamación.
Además, por su riqueza en almidón ayuda a combatir los problemas de acidez estomacal y, debido a que no contiene gluten, es apta en personas con celiaquía.
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