Mitos erróneos sobre las combinaciones de alimentos en las dietas

La médico nutricionista Esther Telleria afirma que “comer adecuadamente para no tener problemas de sobrepeso, se ha vuelto en un auténtico problema porque estamos inundados de falsas afirmaciones que nos hacen dudar sobre algo que en teoría debe ser sencillo”. Ella nos ayuda a desmontar ideas equivocadas:

1. Evita la asociación de hidratos de carbono y proteínas para adelgazar.
   “Esto es algo imposible, ya que en un mismo alimento están mezclados los distintos nutrientes”. Si evitamos la asociación de alimentos ricos en hidratos de carbono (cereales y legumbres) y proteínas (carnes, pescados, huevos), eliminamos uno de los dos grupos de alimentos, ingresando menos calorías, es decir comemos menos, y así se puede obtener una reducción de peso.
2. Evita los hidratos de carbono en la cena. Tampoco resulta por sí sólo eficaz en el proceso de adelgazamiento, ya que hay estudios que demuestran que metiendo azúcares de asimilación lenta en las últimas horas del día, se duerme mejor. Sí hay evidencias científicas de que durmiendo menos comemos más y además alteramos el metabolismo, desarrollando una resistencia a la insulina, teniendo más facilidad para engordar. Conclusión: tomar hidratos a partir de la tarde puede equilibrar nuestro metabolismo y nuestro comportamiento alimentario.
3. No comer fruta después de comer, es otra afirmación que no supone ninguna ventaja a la hora de adelgazar. Si comemos una fruta antes de las comidas y no después, seguimos ingiriendo las mismas calorías, pero si comemos una fruta antes de las comidas reducimos la sensación de hambre antes de empezar a comer y eso nos puede ayudar a regular el comportamiento alimentario.
4. No beber agua en las comidas, es algo que carece de todo rigor, ya que los caldos, las sopas,  las verduras, la fruta, la leche… son mayoritariamente agua. De hecho se recomienda una ingesta mayoritaria de alimentos ricos en agua y pobres en grasa, en dietas adelgazantes para obtener buenos resultados.

En definitiva, come de todo en cantidad moderada para estar bien nutrido y en un peso saludable, sin dogmatizar tu manera de comer para no generar desequilibrios.