Cómo cuidar tu árbol de Navidad

Si eres fiel a la tradición y no entiendes la Navidad sin un pino natural en un rincón de casa, estos consejos te vendrán bien, ya que el interior de tu hogar no es el ambiente más adecuado para este tipo de árboles.

1. Elige bien. Ya sea en la tienda o en el vivero, elige un árbol fresco. Para comprobarlo, levanta el árbol del suelo y déjalo caer otra vez. Si está seco y pierde muchas hojas, elige otro. O si tiras de una rama hacia la punta y caen hojas. Un árbol fresco debe tener hojas brillantes, verdes y flexibles.
    
2. Te cuidado en el coche. Si el árbol es pequeño puede que te quepa en el interior del coche. Si es muy grande, una forma de transportarlo es envolviéndolo en una tela y atarlo a la baca del coche.
    
3. Si lo has comprado sin plantar, prepara la maceta en casa. Pon primero unas piedras en el fondo (para el drenaje) y luego una capa de tierra o abono. Mete el tronco del árbol y añade más tierra hasta que esté lleno. Riega la tierra y coloca la maceta sobre un platillo en el lugar elegido.
    
4. Lejos del calor. Una vez en casa procura ubicarlo lejos de radiadores o focos de calor.
    
5. Procura regarlo cada 3 días, no de manera muy abundante y siempre vigilando que esté bien drenado.
    
6. Aire fresco. Si es posible, no le vendrá nada mal que lo saques un rato al exterior para que reciba aire fresco. Si no te fuera posible ventila cada día la estancia donde se encuentre ubicado procurando que ese aire fresco y renovado llegue al entorno de tu árbol de Navidad.